Los primeros tratados sobre el grupo los encontramos en el concepto de la polis en Aristóteles. Desde entonces la literatura sobre el tema es variada y extensa.

Como primera aproximación, podemos decir que el grupo operativo se caracteriza porque tiene una actividad central claramente definida y los miembros del grupo están vinculados entre sí mediante relaciones bien establecidas.

Desde este punto de vista de la creación teatral, ésta presenta similitudes claras con el grupo operativo, que ya han sido desarrolladas por autores como Bales, Bleger y Pichon Riviere entre otros:

“(el grupo operativo) es un conjunto restringido de personas que ligadas por constantes de tiempo y espacio y articulados por su mutua representación interna se propone de forma explícita o implícita, una tarea que constituye su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles.” (Pichón Riviere, 1985)

La creación teatral, como un grupo operativo, debe entenderse como un instrumento eficiente dado que en base a una red de tareas planificadas, se alcanzan los objetivos prefijados y las metas establecidas:

“El grupo operativo trabaja sobre un eje, una actividad y un objetivo, pero a la vez que lleva adelante una acción, desarrolla una efectiva y profunda transformación vivencial de sus integrantes.” (López, 1993)

La cohesión del grupo y la integración sus miembros se ven reforzados cuando existe un marco de valores claro:

“Se construye paulatinamente un esquema referencial grupal, que es el que realmente posibilita su actuación como equipo, con unidad y coherencia. Esto no quiere decir que todos piensen igual, lo cual en última instancia, sería todo lo contrario de lo que deseamos del grupo operativo” (Bleger, 1985)

De forma esquemática, las características fundamentales del grupo serán las siguientes (Bleger, 1985):

  • presencia de un proceso psicológico que remite al sentido de pertenencia (esto tiene consecuencias cognitivas y emocionales para los sujetos que conforman el grupo)
  • requiere identificación, interacción y actividad
  • necesita un objeto de actividad común
  • que los sujetos experimenten reacciones similares frente al objeto
  • que el estado mental de cada miembro depende los estados de los demás
  • una forma de conciencia de grupo como totalidad

Además de las citadas características, habrá que tener en cuenta que el número de participantes será correlativamente inverso a las posibilidades de aportación de los mismos y que un elevado número de ellos, exigirá canales de comunicación más complejos. También existirá esta misma relación negativa con el grado de compromiso y cohesión del grupo.

Otros de los aspectos a considerar en la creación teatral como metodología de construcción de significados, es la complejidad en la habilidad del mismo dónde necesariamente se deben medir factores que difícilmente se pueden objetivizar como la participación individual o la cohesión en general del grupo. Por tanto para el adecuado desarrollo de la creación teatral, es necesario un clima libre de prejuicios que fomente la participación de sus miembros y tanto el coordinador como el resto de participantes son responsables de ello. En la creación teatral no se pueden marcar los objetivos del grupo sin tener en cuenta la de sus propios individuos (Cutillas, 2005).